🔍 Desaparición sin rastro en Bocas del Toro: cuatro meses de silencio en el caso del canadiense y su hija
- retenchiriqui
- 23 oct
- 2 Min. de lectura
Han pasado más de cuatro meses desde que el canadiense Ghussan Zafar Labal y su hija de apenas 2 años, Nousaybah Bint Ghussan, desaparecieron misteriosamente en la provincia de Bocas del Toro, sin que hasta hoy exista rastro alguno de su paradero.
El caso, ocurrido el 21 de mayo de 2025, mantiene consternada a la comunidad bocatoreña y plantea serias interrogantes sobre la efectividad de los operativos de búsqueda. Según informes iniciales, Ghussan —quien presuntamente padecía trastornos mentales— salió en la madrugada de su vivienda en El Empalme, Changuinola, junto a sus dos hijos menores.
Días después, el 26 de mayo, algunos residentes de Bella Vista, corregimiento de La Gloria, afirmaron haberlo visto solo, con un machete en mano, desplazándose por una zona montañosa. Desde entonces, no se han tenido nuevas pistas.
El 31 de mayo, la tragedia se profundizó con el hallazgo del cuerpo sin vida del pequeño Salahuddin Musa Bint Ghussan, de apenas siete meses, encontrado a orillas del río Changuinola. El niño presentaba signos de descomposición y presuntas lesiones en el cuello, según testigos, aumentando el desconcierto entre las autoridades y la comunidad.
Pese a la participación de la Policía Nacional, Senafront, Sinaproc y Bomberos, los operativos no han dado con el paradero del padre ni de la niña. El procurador Luis Gómez Rudy confirmó que la investigación continúa abierta:
“Hay que darle respuesta a los familiares sobre la no localización de dos de estas personas”, sostuvo durante una visita reciente a Bocas del Toro.
Sin embargo, moradores del área denuncian que ya no se observan rastros de búsqueda activa. “Han transcurrido más de cuatro meses, el fiscal de personas desaparecidas se retiró de Bocas y esto aún es un misterio sin resolver”, declaró Luis Salinas, vecino del sector de Changuinola.
Los familiares del canadiense mantienen la esperanza y han ofrecido una recompensa de mil dólares a quien aporte información veraz sobre su paradero. Hasta la fecha, ninguna pista ha sido confirmada oficialmente.
El caso de Ghussan y su hija se ha convertido en uno de los más enigmáticos de los últimos años en Bocas del Toro, dejando a una comunidad entera entre la incertidumbre y la exigencia de justicia.









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