Comerciantes de Changuinola enfrentan pérdidas millonarias tras saqueos y vandalismo: claman por seguridad y apoyo urgente

 Más de un millón de dólares en pérdidas económicas han reportado comerciantes de Changuinola, luego de los actos vandálicos registrados en esta ciudad bocatoreña. Varios negocios quedaron completamente destruidos, mientras sus propietarios intentan recuperar lo que aún es rescatable entre cenizas, vidrios rotos y estructuras colapsadas.

Uno de los casos más impactantes ocurrió en un establecimiento comercial del centro, donde su propietaria calculó pérdidas que superan los 400 mil dólares. “No quedó nada, está incendiado… la pérdida es más o menos $400,000, sin contar mercancías”, lamentó la comerciante, visiblemente afectada por la destrucción total del local en el que invirtió años de esfuerzo.

En la zona céntrica de Changuinola, donde se concentra una gran parte del comercio formal, decenas de pequeños y medianos empresarios fueron blanco de saqueos que, además de vaciar estanterías, dejaron daños estructurales y robo de mobiliario, equipos tecnológicos, cables y sistemas eléctricos.

“Pedimos que protejan más Bocas del Toro, más seguridad, que nos ayuden a todos los comerciantes que fuimos afectados”, manifestó otro afectado que teme perder su negocio definitivamente.

Ante la crítica situación, los comerciantes solicitan al gobierno nacional y local una respuesta inmediata que contemple no solo compensación económica, sino también un plan de seguridad efectivo para prevenir hechos similares. La gobernadora de Bocas del Toro, Marcela Madrid, aseguró que se han iniciado gestiones para brindar respaldo a los afectados.

“Ya hubo un acercamiento para ver de qué forma el gobierno nos va a ayudar. No los vamos a dejar solos, pero eso lleva una formalidad y ya estamos presentándola a ellos, algún tipo de solución”, declaró la funcionaria.

Mientras tanto, muchos negocios continúan cerrados, cubiertos con tablones y latas como única medida de protección. La incertidumbre reina entre los comerciantes, quienes temen que esta situación los obligue a cerrar de forma permanente, arrastrando consigo empleos y oportunidades para decenas de familias en la región.