🚄 Ferrocarril David–Panamá: entre la promesa de desarrollo y el riesgo de repetir errores costosos
- retenchiriqui
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El proyecto del tren David–Panamá ha sido presentado como una de las apuestas más ambiciosas de infraestructura para el país, con el potencial de transformar la conectividad, impulsar el comercio interno y generar empleo. Sin embargo, expertos advierten que, sin una estrategia económica sólida que garantice su sostenibilidad, podría convertirse en una carga financiera de gran magnitud.
La historia reciente de megaproyectos ferroviarios en países en desarrollo genera inquietudes. Un ejemplo citado por analistas es el tren Mombasa–Nairobi en Kenia, inaugurado en 2017 con una inversión de más de 3,200 millones de dólares, pero que no alcanzó los niveles de carga proyectados, poniendo en duda su viabilidad económica y dejando al país con una deuda creciente.
Estudios del Banco Mundial han señalado que este tipo de obras solo logran ser rentables cuando movilizan grandes volúmenes de carga y generan ingresos suficientes para cubrir costos de operación, mantenimiento y deuda. De no cumplirse estos parámetros, los proyectos terminan deteriorándose y convirtiéndose en pasivos financieros para los Estados.
En Panamá, persiste la pregunta clave: ¿qué valor real moverá el ferrocarril David–Panamá? Si no existe una base productiva que lo sustente —como industrias, centros logísticos o cadenas exportadoras que utilicen el servicio— el tren podría no lograr los retornos económicos esperados, hipotecando el futuro fiscal del país.
El economista danés Bent Flyvbjerg, experto en megaproyectos, ha advertido que 9 de cada 10 de estas obras en el mundo superan su presupuesto inicial, sufren retrasos y no cumplen sus proyecciones económicas. “Si eso ocurre en países con mayor capacidad institucional y recursos, los riesgos en naciones más pequeñas y endeudadas son aún mayores”, ha señalado.
La discusión sobre el tren David–Panamá no debería centrarse únicamente en su construcción, sino en definir con claridad su propósito económico, su plan de sostenibilidad a largo plazo y cómo evitar que se convierta en otro símbolo de deuda sin desarrollo.
